Leo, señor Vidal, sus últimos artículos con mucha atención. Llevaba algunos días echando de menos su presencia. Ahora lo entiendo: la resaca de la final de Copa... Y le digo que estoy de acuerdo con el análisis que ha hecho sobre la renovación de A. Álvarez. El mes de agosto está ahí a la vuelta de la esquina y traer a otro entrenador sería muy arriesgado. Lo que sí me preocupa es la inquietante noticia del presunto fichaje de Navas por el Real Madrid... precisamente ahora, fresco como está ese gol de superclase sobreponiéndose a tarascadas y al cansancio de todo un partido. Me disgustaría mucho que se nos fuera ahora, pero claro poco parece que se puede hacer con tanto dinero de por medio. Espero que esto no ocurra. El viernes pasado tuve la suerte de conocer en persona a José María Busto. Fue curioso hablar con este gran portero, quizá el más grande de la historia del Sevilla, pocas horas después de la final de Copa. El hombre, muy simpático, se disculpaba por no haber estado en la celebración montado en el autobús porque, según él, a esa hora estaba mejor durmiendo. Me firmó el preceptivo autógrafo... En fin, anécdotas para no olvidar.
Leo, señor Vidal, sus últimos artículos con mucha atención. Llevaba algunos días echando de menos su presencia. Ahora lo entiendo: la resaca de la final de Copa... Y le digo que estoy de acuerdo con el análisis que ha hecho sobre la renovación de A. Álvarez. El mes de agosto está ahí a la vuelta de la esquina y traer a otro entrenador sería muy arriesgado. Lo que sí me preocupa es la inquietante noticia del presunto fichaje de Navas por el Real Madrid... precisamente ahora, fresco como está ese gol de superclase sobreponiéndose a tarascadas y al cansancio de todo un partido. Me disgustaría mucho que se nos fuera ahora, pero claro poco parece que se puede hacer con tanto dinero de por medio. Espero que esto no ocurra.
ResponderEliminarEl viernes pasado tuve la suerte de conocer en persona a José María Busto. Fue curioso hablar con este gran portero, quizá el más grande de la historia del Sevilla, pocas horas después de la final de Copa. El hombre, muy simpático, se disculpaba por no haber estado en la celebración montado en el autobús porque, según él, a esa hora estaba mejor durmiendo. Me firmó el preceptivo autógrafo... En fin, anécdotas para no olvidar.
Un saludo muy cordial
Pepe